Muchas personas sueñan con ser escritores o guionistas de cine desde que son pequeños. Algunas han contando con una gran capacidad de generar ideas para escribir un libro y otros, por el contrario, saben que es la práctica y la constancia lo que más deben trabajar para conseguir su objetivo. Si quieres saber cómo escribir cuentos infantiles cortos, te recomendamos que leas el artículo que dedicamos a ese tema.
Ambas opciones tienen el mismo fundamento y son igual de válidas. De hecho, la práctica, por muchas facilidades que puedas tener de antemano, es la clave para desenvolverse en cualquier maestría. Por ello, escribir un libro o escribir un guión comienza con una pregunta: ¿cómo?

Hablamos de la figura del guionista y de la del escritor en el mismo artículo porque los consejos y los pasos que deben de seguir ambos trabajadores de la palabra son muy similares, lo único que cambia es el formato final. Por ello, en el siguiente artículo, vamos a sobre cómo empezar a escribir un libro, un guion y qué debes tener en cuenta.
Sí, la imaginación es importante y todo surge de una idea principal, pero ¿qué es lo que ocurre después? Las palabras no consiguen venir sin más y no solo es cuestión de inspiración. Si hasta ahora pensabas eso y tenías problemas porque te veías atascado en tu proceso creativo, no te preocupes, a todos los escritores amateurs nos ha pasado alguna vez.
¿Cómo consigo escribir mi historia?
En este artículo hablamos de
No existe un programa que te enseñe a escribir de forma óptima tu guion o tu novela. Es cierto que, Robert McKee habló de los tres actos de un guión de cine y cómo debía estructurarse.

Sin embargo, la composición de la escaleta básica y los puntos de acción vamos a dejarlos para otro artículo más avanzado. Ahora, vamos a partir del verdadero comienzo, que entiendas qué es un punto de giro, cómo generar la tensión y, sobre todo, qué es lo que convierte una idea en una historia.
Es más, aprender a realizar esto no debe ser una tarea imposible, ni siquiera tienes que ser un escritor profesional ni querer dedicarte a ello para realizar tu propio libro autobiográfico si quieres.

Como dijo José Martí: Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. ¿Qué pueden tener en común estas circunstancias? El cuidado, la constancia y el trabajo duro y comprometido.
Esa es la actitud que tienes que tener cuando te sientes enfrente de tu ordenador y tengas la página en blanco.
Comencemos, ¿qué es un brainstorming?
Un brainstorming es una de las herramientas básicas creativas que muchos autores escriben para conseguir una o varias ideas, literalmente, su traducción es lluvia de ideas.
Si tienes una premisa principal, inclúyela, pero experimenta y descubre con qué cosas más pueden unirse, cómo puede enriquecerse, qué elementos quieres en tu novela, etc.

Lo mismo le sucede a los guionistas antes de enfrentarse al guion literario. Este guion, no debe confundirse con el técnico, esto es cosa de los directores de las películas. El literario hace alusión al que llega a manos de los actores y del equipo de realización, aquel en donde se ven las secuencias, los escenarios, los diálogos de los personajes, la breve narración de las acciones y la sencilla alusión a los estados de ánimo.

Sin embargo, para llegar a él, se debe escribir un tratamiento que contiene toda la información escrita del filme, a modo de libro, con la diferencia de que no cuenta con diálogos. Aquí es donde se puede ver la gran similitud que tienen estas dos profesiones.
Vale, tengo la idea, ¿ahora qué hago?
Ahora te encuentras ante el primer borrador, ¿qué significa eso? Que, aunque esta no vaya a ser la versión final de tu libro, va a servirte para experimentar todo lo que quieras con él.
No se trata de volver a reescribir una y otra vez los mismos párrafos. Es más, te aconsejo que cuando termines los capítulos, los dejes apartados de tus ojos durante un tiempo largo y continúes, porque si no, la tarea no va a acabar.
No tienes ninguna prisa y hay que poner en el papel la mejor forma para conectar tus ideas. Es probable, de hecho, que algunos capítulos o secuencias los puedas escribir de formas inconexas, esto no es malo. Existen ideas más pequeñas que surgen a modo de conectores cuando empiezas a verle la forma a tu obra.

Sabemos, como lectores y personas que van al cine que, dependiendo del género elegido, siempre debe haber tensión y objetivos. La tensión es lo que va a conseguir que nadie se aburra durante los minutos de metraje o las páginas del libro y el objetivo es lo que va a definir el eje principal de la historia: ¿qué es lo que busca nuestro protagonista? Así, se comienza a realizar una premisa y se obtiene el nexo más influyente de la historia.
Eso es lo importante, ver cómo va cogiendo forma y va desarrollándose una historia interesante gracias a la interacción de unos personajes bien estructurados. Anteriormente, escribimos un artículo sobre cómo crear personajes que puedes consultar antes de embarcarte en esta aventura.
El mejor consejo para escribir
Existe un consejo que es importante que tengas como guionista o como escritor ante de enfrentarte por primera vez a tus tres actos: nunca abandones tu historia.

Habrá momentos en los que le veas menos sentido, otros en los que te habrás cansado de reescribir una y otra vez los distintos puntos de acción que pondrán a tus personajes en un aprieto, pero no importa. Despéjate la mente en tus ratos libres, pero no aparques la novela durante días, porque eso se convertirá en semanas y luego, no volverás a ella. Está comprobado.
Así que, finalmente, piensa que nunca debes rendirte, no intentes sucumbir a un golpe de inspiración que no tenga nada que ver con la línea argumental que estás siguiendo. Escribe la idea para no perderla, pero no te pares frente a ella. Escribir, al principio, es un proceso lento que requiere de tu compromiso y paciencia.
Última actualización el 2023-05-30 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados